miércoles, 1 de octubre de 2014

Halloween


Origen de "All Hallows Eve"

Todos los años, el 31 de octubre, en Estados Unidos y Canadá, se celebra Halloween. Sin embargo, esta festividad no nació en estos países tradicionalmente protestantes, sino que su nombre deriva del término "All Hallows Eve", que significa Víspera de Todos los Santos. De hecho, la víspera y el día de Todos los Santos, así como el día siguiente, el Día de los Fieles Difuntos, son la cristianización de fiestas que los celtas celebraban, sobre todo en Escocia e Irlanda, muchos años antes de que el cristianismo llegara a esas tierras.

Halloween tiene su origen en un antiguo festival celta llamado Samhain, que en gaélico significa "final del verano". Los celtas, que vivieron hace 2000 años en el norte de Francia y la península ibérica, en Escocia e Irlanda, celebraban el nuevo año el 1 de noviembre. Este día marcaba el final del verano y las cosechas, la caída de las hojas y el inicio del invierno oscuro y frío; una época del año que inevitablemente se asociaba con el fin de la vida humana, con la muerte.

Los celtas creían que en la noche del 31 de octubre, víspera del año nuevo, la frontera entre los mundos de los vivos y los muertos se desdibujaba y casi desaparecía; los fantasmas de los muertos volvían a la tierra y vagaban en busca de cuerpos para habitar. Como los vivos no querían ser poseídos por espíritus, se vestían con trajes y desfilaban por las calles, haciendo ruidos para confundir, asustar y ahuyentar a los espíritus.

El desfile pasaba por las calles de la aldea hasta llegar a una gran hoguera, creada por un sacerdote druida, fuera de la aldea. La hoguera se encendía principalmente para honrar al dios sol y agradecerle por la cosecha de verano, pero también era un medio para alejar a los espíritus furtivos. Si alguna persona mostraba signos de estar poseída por un espíritu, era sacrificada como ejemplo para disuadir a los espíritus de poseer un cuerpo humano.

Hacia el año 43 d.C., el Imperio Romano conquistó la mayor parte del territorio celta. Durante los cuatrocientos años que gobernaron las tierras celtas, el festival romano llamado Feralia, que conmemoraba el paso de los muertos, se combinó con la tradicional celebración celta de Samhain.
En el siglo VIII, el Papa Gregorio III designó el 1 de noviembre para honrar a todos los Santos y mártires.

Y el día 2 para honrar y rezar por el eterno descanso de todos los fieles difuntos. Estas dos festividades incorporaron algunas de las tradiciones de Samhain. La Iglesia no logró cristianizar todas las tradiciones y costumbres de los celtas, por lo que algunas de ellas sobrevivieron hasta ser llevadas a América por los inmigrantes irlandeses que huyeron de la hambruna de la patata en 1846.

Halloween hoy
El iluminismo, el racionalismo, los grandes descubrimientos científicos del siglo XIX y los avances de la técnica en el siglo XX hicieron una auténtica "caza de brujas", es decir, de la superstición. Podemos decir que los pueblos occidentales son, en general, hoy menos supersticiosos que hace siglos. En este contexto, Halloween es el día en que nos reímos de las supersticiones; y cuando nos reímos de ellas, rompemos su hechizo, dejan de tener cualquier poder sobre nosotros.

De hecho, nadie tiene miedo de los disfraces y máscaras que desfilan en este día, aunque sí tendríamos miedo de ellos en un contexto diferente. El humor disuelve el miedo, el poder y el efecto placebo y sugestivo que la superstición tiene sobre las personas; mientras nos reímos de las supersticiones no las tomamos en serio; mientras nos divertimos con ellas, no tienen ningún poder o efecto sobre nosotros; cuando les tenemos miedo, entonces sí son poderosas, como un perro que nos ataca después de olfatear nuestro miedo.

Superstición y fe
Desconsolados por la frialdad de décadas de ateísmo y racionalismo teórico y práctico, que combatió la fe como si fuera superstición y la superstición como si fuera fe, muchos se refugiaron en una nueva religión llamada New Age, Nueva Era. La Nueva Era es un sincretismo, o ensalada rusa, de las religiones mayoritarias de nuestro planeta, asociada a todo tipo de superstición, brujería y hechicería.

Muy cerca de nosotros, como exponente de este tipo de pensamiento, está el escritor brasileño Paulo Coelho. Los éxitos de taquilla de películas como Harry Potter y series sobre lo oculto y vampiros, pueden ser vistos como una reacción al ateísmo y materialismo que marcó la segunda mitad del siglo pasado.

La diferencia entre la fe y la superstición es que la fe es razonable y plausible; siempre hay razones que apoyan y asisten nuestra fe en Dios y en los hombres; todos los que creen tienen razones para ello; al contrario, la superstición es completamente irracional, es una fe ciega.

Que un gato negro traiga mala suerte, y que un cuerno y una herradura traigan buena suerte, es suponer que esos objetos materiales tienen poderes espirituales ocultos en sí mismos; esto es una creencia irracional, porque lo que es material no puede tener poder espiritual; sólo un ser espiritual puede tener poderes espirituales; la materia siempre es materia. Dios y nuestro prójimo son el único objeto de nuestra fe. La superstición, por el contrario, tiene como objeto realidades materiales, cosas, animales y artefactos.

Esto nos lleva a reflexionar sobre la diferencia entre ícono e ídolo. Para los supersticiosos, el gato negro, la herradura y el cuerno son ídolos, pues esos objetos valen por sí mismos, tienen, según dice la creencia, un poder espiritual oculto en ellos.

Por el contrario, un ícono es como el ídolo, un objeto material, pero no tiene valor en sí mismo; de hecho, su función es invocar una realidad que está más allá de sí mismo y transportarnos a esa realidad; la madera, esculpida en figura de Jesús, no tiene valor alguno en sí misma, pero evoca y nos transporta hacia Aquel que sí tiene mucho valor para nosotros; la imagen no es Cristo, pero lo representa.

Los iconoclastas protestantes acusan a los católicos de adorar ídolos (imágenes de Jesús, de María y de los santos), porque no conocen la diferencia entre un ídolo y un ícono.

Conclusión - Halloween (All hallows Eve) originalmente la víspera de todos los santos  hoy es el día que nos reímos de nuestras supersticiones, para que estas no nos afecten o configuren nuestra vida durante el año.

Pe. Jorge Amaro, IMC


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