jueves, 25 de octubre de 2012
La Riqueza que engendra pobreza
Si la población mundial, hoy de 8 mil millones de personas, consumiera y contaminara tanto como los europeos, americanos y el resto de los países ricos consumen y contaminan, este planeta nuestro solo podría sostener nuestra vida durante 3 meses o de lo contrario necesitaríamos los recursos de 10 planetas como el nuestro.
El nivel de pobreza en el que vive el 80% de la población no es justo ni saludable. Todavía hay mucha mortalidad infantil, la gente sigue muriendo de malaria, tuberculosis, lepra, fiebre tifoidea y otras enfermedades infecciosas; enfermedades para las que existe una cura desde hace mucho tiempo.
Por otro lado, el nivel de vida del 20% de la humanidad no es ni justo ni saludable; es nuestro nivel de vida el que nos hace morir de cáncer, Alzheimer, Parkinson, diabetes, enfermedades cardiovasculares y muchas otras.
Unos mueren de pobreza y otros mueren de abundancia. ¿No está el mundo globalizado? ¿Y no es la globalización algo así como el principio de los vasos comunicantes?; O sea, si dos cubos de agua, uno medio lleno, el otro medio vacío, se comunican el agua se queda al mesmo nivel tanto en un cubo como en el otro.
Según este principio, la globalización debería llevar a la igualdad entre las gentes, ¿porque no es así? Porque el primer mundo aplicó una válvula al canal de intercomunicación para que el movimiento se pueda hacer en una sola dirección... Los ricos cada vez más ricos los pobres cada vez más pobres
Si bajáramos nuestro nivel de vida y subiera el de los pobres, todos viviríamos mejor, con más justicia y salud; ni ellos morirían de las enfermedades de la pobreza, ni nosotros moriríamos de las enfermedades de la riqueza. Por el contrario, como no queremos bajar de nuestro nivel de vida, entonces tenemos que encontrar mecanismos para que siempre sean pobres. “Muera Marta muera harta”.
P. Jorge Amaro, IMC (Trad.. LIliana Monroy)
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